Vale, estos me salieron a la tercera...La primera vez los puse tan juntos en el molde que no pudieron crecer, y aunque estaban bien de sabor, quedaron duros..una pena (para mi, porque mi chico no tuvo ningún problema en comérselos, jejejeje, lo que hace el amor!)
Hay infinidad de recetas por la web, las dos primeras veces probé una receta que encontré en unas fichas de cocina, pero no me salieron como esperaba así que al final elegí esta que me paso una amiga, y me aseguró que quedaban estupendos, así fué!!...
INGREDIENTES
Para la masa:
2 huevos
250 ml de leche
75 de mantequilla (dejala fuera de la nevera unas horas antes de trabajarla)
650 gr de harina
24 gr de levadura fresca de panadería yo eché un cubito de los que venden en mercadona)
50 de azúcar
Una pizca de sal
Para el relleno
8 cucharaditas de canela
80gr de azúcar moreno
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
Para el glaseado
60 gr de queso crema
1 cucharada de mantequilla
160 gr de azúcar glass o Royal icing
3 cucharas de leche
PREPARACIÓN
En un cazo , calentamos la leche sin que llegue hervir, lo retiramos del fuego y añadimos la levadura y 80gr de la harina, lo mezclamos bien y lo tapamos, dejándolo reposar unos 15 minutos, en un sitio templado, yo suelo meterlo en el horno (apagado!).
Una vez pasado ese tiempo, incorporamos el resto de los ingredientes (los huevos batidos, la mantequilla, la harina restante, el azúcar y la sal).
Lo mezclamos todo hasta que nos quede una masa compacta que no se nos pega en las manos.
Lo podéis hacer a mano o con la batidora, yo use primero las varillas (las redonditas de batir) y luego conforme se formaba la masa, con las de amasar, que son como un gancho.
Formamos una bola, la tapamos bien con film transparente o en mi caso con un paño de cocina y la dejamos crecer de una a dos horas, dependiendo del tiempo que tengamos. Yo puse el bol delante de la calefacción, NUNCA encima y creció muchiiiisimoo...
Pasado ese tiempo, vereis que ha crecido el doble de su tamaño, amasamos un poco y con un rodillo estiramos la masa dándole forme de rectángulo, y un grosor de 1 cm más o menos.
Vamos encendiendo el horno a 180º.
Ahora es un poco al gusto, tened en cuenta que la masa es insípida por si sola, y el sabor se lo darán realmente el relleno y el glaseado.
Yo mezclé la mantequilla del relleno con el azúcar y la canela y lo amase un poco, después lo esparcí sobre la masa.
La enrolle empezando por uno de los lados mas largos del rectángulo, haciendo un poco de presión para que quede compacto y no se abra mucho (pero sin espachurrarlo). Pegamos los bordes con un poquito de leche o agua.
Ahora con un cuchillo cortamos los rollos, salen unos 16 grandotes.
Los colocamos en una bandeja de horno, bastante separados, tende en cuenta que al meterlos en el horno, casi duplicaran su tamaño y si no tienen sitio para expandirse, no podrán crecer y no estarán tan esponjosos.
Yo los repartí en dos bandejas de horno, e hice dos tandas. Unos 15 minutos aproximadamente, pero ir mirando hasta que veáis que están doraditos por fuera.
Mientras tanto preparamos el glaseado; mezclamos todos los ingredientes (menos la leche, que calentamos un poquito)y cuando estén bien integrados añadimos la leche caliente y removemos hasta conseguir la consistencia deseada.
Una vez listos, los sacamos del horno y los pintamos con el glaseado.
Están de lujo si os los coméis templaditos!!! ÑAM ÑAM...
INGREDIENTES
Para la masa:
2 huevos
250 ml de leche
75 de mantequilla (dejala fuera de la nevera unas horas antes de trabajarla)
650 gr de harina
24 gr de levadura fresca de panadería yo eché un cubito de los que venden en mercadona)
50 de azúcar
Una pizca de sal
Para el relleno
8 cucharaditas de canela
80gr de azúcar moreno
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
Para el glaseado
60 gr de queso crema
1 cucharada de mantequilla
160 gr de azúcar glass o Royal icing
3 cucharas de leche
PREPARACIÓN
En un cazo , calentamos la leche sin que llegue hervir, lo retiramos del fuego y añadimos la levadura y 80gr de la harina, lo mezclamos bien y lo tapamos, dejándolo reposar unos 15 minutos, en un sitio templado, yo suelo meterlo en el horno (apagado!).
Una vez pasado ese tiempo, incorporamos el resto de los ingredientes (los huevos batidos, la mantequilla, la harina restante, el azúcar y la sal).
Lo mezclamos todo hasta que nos quede una masa compacta que no se nos pega en las manos.
Lo podéis hacer a mano o con la batidora, yo use primero las varillas (las redonditas de batir) y luego conforme se formaba la masa, con las de amasar, que son como un gancho.
Formamos una bola, la tapamos bien con film transparente o en mi caso con un paño de cocina y la dejamos crecer de una a dos horas, dependiendo del tiempo que tengamos. Yo puse el bol delante de la calefacción, NUNCA encima y creció muchiiiisimoo...
Pasado ese tiempo, vereis que ha crecido el doble de su tamaño, amasamos un poco y con un rodillo estiramos la masa dándole forme de rectángulo, y un grosor de 1 cm más o menos.
Vamos encendiendo el horno a 180º.
Ahora es un poco al gusto, tened en cuenta que la masa es insípida por si sola, y el sabor se lo darán realmente el relleno y el glaseado.
Yo mezclé la mantequilla del relleno con el azúcar y la canela y lo amase un poco, después lo esparcí sobre la masa.
La enrolle empezando por uno de los lados mas largos del rectángulo, haciendo un poco de presión para que quede compacto y no se abra mucho (pero sin espachurrarlo). Pegamos los bordes con un poquito de leche o agua.
Ahora con un cuchillo cortamos los rollos, salen unos 16 grandotes.
Los colocamos en una bandeja de horno, bastante separados, tende en cuenta que al meterlos en el horno, casi duplicaran su tamaño y si no tienen sitio para expandirse, no podrán crecer y no estarán tan esponjosos.
Yo los repartí en dos bandejas de horno, e hice dos tandas. Unos 15 minutos aproximadamente, pero ir mirando hasta que veáis que están doraditos por fuera.
Mientras tanto preparamos el glaseado; mezclamos todos los ingredientes (menos la leche, que calentamos un poquito)y cuando estén bien integrados añadimos la leche caliente y removemos hasta conseguir la consistencia deseada.
Una vez listos, los sacamos del horno y los pintamos con el glaseado.
Están de lujo si os los coméis templaditos!!! ÑAM ÑAM...
Tuve la suerte de probar y me parecieron adictivas ... al final me comi 4 !
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